El círculo de diálogo como espacio para despertar las voces que impulsan el cambio positivo
Todos escuchamos voces interiores.
Dentro de cada uno de nosotros conviven dos tipos de voces: las que nos impulsan hacia el cambio y las que prefieren mantener las cosas como están. Las voces del cambio nos llevan a imaginar una nueva situación en la que todo puede ser mejor, donde nuestras acciones y decisiones nos acercan a una vida más plena y saludable. Estas voces vislumbran posibilidades de crecimiento y mejora, y desean avanzar hacia un nuevo escenario más positivo.
Por otro lado, las voces del mantenimiento se resisten al cambio. No es que lo rechacen, sino que temen que, al transformar nuestra realidad, se pierdan cosas que consideran necesarias. Las conductas que mantenemos, incluso aquellas que no nos benefician del todo, ofrecen algo que necesitamos, como la seguridad, el consuelo o la satisfacción inmediata. Sin embargo, estas mismas necesidades podrían satisfacerse de manera más saludable si nos atreviéramos a hacer los cambios que nuestras voces del cambio nos sugieren.
La entrevista motivacional, un enfoque desarrollado por William R. Miller y Stephen Rollnick en los años 80, parte de esta premisa: el cambio viene desde dentro. No cambiamos por imposición externa, sino dando espacio a las voces internas que nos impulsan hacia el crecimiento y la transformación. Si decimos a alguien cómo debe cambiar, sus voces del mantenimiento se ponen en guardia y resisten el cambio. El secreto es ayudar a evocar las voces del cambio de esa persona, que sea ella la que de espacio al cambio.
Ejemplos de voces en conflicto
Dejar de fumar
Un fumador que intenta abandonar el tabaco escucha tanto las voces que lo animan a dejar el hábito como aquellas que justifican seguir fumando. Las voces del cambio evocan un futuro más saludable, con más energía y menos riesgo para su bienestar. Sin embargo, las voces del mantenimiento temen la pérdida del alivio inmediato que el tabaco proporciona ante el estrés. A través de un círculo de diálogo, el fumador puede visualizar cómo satisfacer esas necesidades de una forma más sana, como con la meditación o el ejercicio.
Hacer ejercicio
Alguien que quiere hacer más ejercicio enfrenta un conflicto similar. Las voces del cambio le invitan a imaginarse más enérgico y fuerte, mientras que las de mantenimiento buscan el confort de la rutina y evitan el esfuerzo. En el círculo de diálogo, esta persona puede evocar cómo pequeños ajustes en su día a día podrían mejorar su bienestar sin requerir grandes sacrificios.
Seguir una dieta equilibrada
Quien busca mejorar su alimentación escucha las voces del cambio que evocan una vida más ligera y enérgica, con mejor salud, pero también las de mantenimiento, que temen la pérdida del placer inmediato de ciertos alimentos. En un círculo, la persona puede conectar con alternativas que le permitan cuidar su salud sin sacrificar la satisfacción que busca en la comida.
Círculos que evocan el cambio en el grupo
El círculo de diálogo es clave para dar voz a las fuerzas del cambio en un grupo. No se trata de imponer un comportamiento, sino de proporcionar un espacio donde cada persona pueda evocar sus propias voces que desean una convivencia mejor. Por ejemplo, en un círculo sobre el respeto en un grupo de alumnos no se les dice cómo deben comportarse. En su lugar, el círculo les permite reflexionar sobre el tipo de respeto que quieren y cómo les gustaría ser tratados y qué acciones pueden acordar para crear ese entorno más seguro y colaborativo.
A veces, los adultos que observan estos círculos pueden ser escépticos, pensando que los alumnos simplemente expresan lo que se espera de ellos para quedar bien. Sin embargo, lo que realmente ocurre es que los jóvenes están dando voz a sus voces del cambio, esas voces positivas que ya existían, pero que no se verbalizan por falta de oportunidades para hacerlo. El círculo les ayuda a conectar con sus aspiraciones de mejora y a visualizar los pasos para alcanzarlas.
Naturalmente, las voces del mantenimiento no desaparecen por completo, pero al dar más espacio y fuerza a las voces del cambio, se incrementa la probabilidad de que estas últimas determinen el comportamiento futuro. Con el tiempo, el seguimiento del círculo permite continuar reforzando estas voces positivas, haciendo que el cambio deseado se vuelva más tangible.
Seguimiento del círculo y refuerzo del cambio
El seguimiento del círculo es esencial para seguir fortaleciendo las voces del cambio. Un círculo no es un evento aislado, sino parte de un proceso que, con el tiempo, ayuda a consolidar los compromisos asumidos por los participantes. A través de la reflexión continua y el ajuste de expectativas, las voces que impulsan el cambio se hacen más fuertes y el camino hacia una nueva realidad se vuelve más claro y alcanzable.
En resumen
Los círculos de diálogo, orientados hacia el cambio y la mejora en el grupo, crean un entorno único donde las ideas positivas pueden florecer. Al dar voz a esos pensamientos de mejora colectiva, los participantes no solo los expresan, sino que los fortalecen al compartirlos en un espacio seguro. Estas voces, una vez escuchadas, cobran más peso y pueden transformar la manera en que el grupo se relaciona. Además, el círculo permite identificar de manera colaborativa los obstáculos que impiden el avance y, lo más importante, encontrar soluciones prácticas que todos pueden adoptar para lograr un cambio real y tangible.