La paz no es solo la ausencia de violencia; es evocar un estado de armonía y cooperación en el que todos los seres conviven en equidad. Este concepto, tan amplio como profundo, se despliega en dos dimensiones cruciales propuestas por Johan Galtung: la paz positiva y la paz negativa.
Paz positiva
La paz positiva se entiende como un estado en el que reina la cooperación, la equidad y una cultura de paz que va más allá de la simple ausencia de conflictos. Se caracteriza por:
- Paz directa y estructural: No solo se celebra la ausencia de violencia directa y explotación, sino que también se aborda la eliminación de las causas estructurales que llevan al conflicto.
- Paz cultural: Se rechaza cualquier justificación cultural de la violencia, promoviendo, en cambio, valores de comprensión y empatía.
- Relaciones positivas: La cooperación, el entendimiento y la empatía son los pilares sobre los que se construye esta paz.
Ejemplos de esa paz son los mecanismos de resolución de conflictos no violentos, como la justicia restaurativa; la distribución equitativa de recursos y la promoción de los derechos humanos y la dignidad.
Paz negativa
En contraste, la paz negativa se define por la simple ausencia de violencia, sin abordar las causas subyacentes del conflicto. En esta paz:
- Ausencia de violencia directa: que no haya conflictos visibles, que haya un orden aparente.
- Enfoque limitado: Se centra exclusivamente en prevenir la violencia, obviando factores estructurales y culturales.
- Fragilidad: Se mantiene vulnerable a recaídas en la violencia debido a que hay tensiones e injusticias no resueltas.
Ejemplos incluyen acuerdos de cese del fuego que no abordan las causas a raíz del conflicto y tratados de paz que mantienen estructuras de poder desiguales.
Comparación entre Paz Positiva y Paz Negativa
La paz positiva ofrece un enfoque más completo y sostenible que la paz negativa. Mientras que la paz positiva busca transformar el conflicto y construir una sociedad justa y equitativa, la paz negativa se limita a prevenir la violencia visible. La paz positiva exige abordar las causas fundamentales de la violencia, incluyendo desigualdades estructurales y normas culturales que perpetúan el conflicto.
En resumen
Es fundamental aspirar a la paz positiva por encima de la negativa, destacando la necesidad de esfuerzos integrales de construcción de paz que aborden las causas a raíz del conflicto y promuevan una cultura de paz.